La industria del cemento ha comprendido que la producción sostenible “es una cuestión de innovación y de emprendimiento”, por lo cual han reordenado su mirada sobre lo que hacen y lo que son. Así lo han hecho participando con el Estado en un plan para reducir los gases de efecto invernadero a través del aprovechamiento energético de residuos.
El informe Anual 2014, Huellas de progreso, en el que se presentan las memorias de la Asociación Dominicana de Productores de Cemento Portland (ADOCEM), sintetiza el compromiso de estas empresas, que reconocen la huella física de su industria y que además muestra su “compromiso con la protección ambiental”, a través del desarrollo de sistemas que hacen “eficiente el uso de la energía, la generación de emisiones a la atmósfera, proteger la biodiversidad, y conservar los recursos naturales”.
Por eso las fábricas de cemento Portland están trabajando junto al Estado en el Plan de Desarrollo Económico Compatible con el Cambio Climático (Plan DECCC), “una estrategia, diseñada y promovida por el Estado Dominicano, de control y reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) para los sectores de energía, transporte, silvicultura, turismo, cemento y residuos sólidos que identifica estos últimos como los sectores en los cuales pueden lograrse a corto plazo substanciales reducciones”.
Este plan cuenta con financiamiento del Ministerio de Ambiente, Seguridad Nuclear y proyección de la Naturaleza del gobierno de Alemania, que a través de su Agencia de Cooperación aporta 4.5 millones de euros en asistencia técnica. “Actualmente se está trabajando en el diseño de Acciones Nacionales Apropiadas de Mitigación de las Emisiones de Gases de Efecto Invernadero (NAMAs) y en un sistema de Medición, Reporte y Verificación (MRV) para el registro de las emisiones tanto en el sector cemento como de residuos, para su posterior ejecución”.
Se está trabajando un proyecto de NAMA con residuo sólido y cemento (co-procesamiento), que tiene como objetivos desarrollar modelos de “cadenas de suministro inclusivas de materias primas y combustibles alternativos para la producción de cemento obtenidos a partir de desechos industriales y municipales”.
El documento señala que el Estado se ha dado cuenta de que en la producción de cemento existe un potencial de reducción importante, a través de la utilización de residuos apropiados como fuentes de energía.
Indica además que “a escala reducida algunos integrantes de la industria ya realizan actividades de aprovechamiento energético, como son: Utilización de cenizas provenientes de la generación de energía con carbón, utilización de aceites usados como combustible alterno o sustituto de combustibles de primera generación; así mismo se han co-procesado neumáticos, cascarilla de arroz y bagazo de caña”,
Existen “otros residuos disponibles en el mercado local o internacional que no han podido ser utilizados por ausencia de regulación”. No obstante la industria ha implementado proyectos de Adición – Post Adición de cenizas de carbón; utilización de puzolanas artificiales para la reducción de emisiones de CO2 en el proceso de fabricación de cemento; sustitución de combustibles fósiles por combustibles alternos y biomasa, entre otras fuentes interesantes.
El proyecto se lleva a cabo con el apoyo político en un alto nivel, “a través del Consejo Nacional para el Cambio Climático y el Mecanismo de Desarrollo Limpio (CNCCMDL) y otras entidades gubernamentales como son: el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Liga Municipal Dominicana (LMD), Comisión Nacional de Energía (CNE), Red Nacional de Apoyo Empresarial a la Protección Ambiental (ECORED), Ministerio de Industria y Comercio y la Federación Nacional de Municipios (FEDOMU)”.
Comments