,Un estudio finaciado por una empresa internacional en 7 escuelas de diferentes provincias reveló que “los centros educativos dominicanos son reproductores de diferentes formas de violencia que afectan a la sociedad”.
La investigación se propuso analizar percepciones de estudiantes sobre manifestaciones y tipos de violencia, y la capacidad de identificar prácticas que constituyen violaciones a sus derechos.
Una nota enviada a #EmpresasResponsableaRD indica que se evaluaron los referentes a los que estos estudiantes acuden cuando se sienten víctimas, y conocer a quienes identifican como sujetos de protección que les generan mayor confianza cuando perciben conductas que les molestan o no les agradan.
En opiniones de niñas y niños de las escuelas investigadas en diferentes municipios, los estudiantes “perciben como prácticas violentas muchas de las acciones normalizadas que ocurren en el contexto escolar”.
El estudio se basó en una encuesta aplicada a una muestra de 824 estudiantes de 5to y 6to grado de segundo ciclo de primaria, y 1ero y 2do grado del primer ciclo de secundaria, con edades que oscilan entre 10 y 15 años. Estos jóvenes fueron seleccionados en siete escuelas adscritas a tanda extendida, ubicadas en sectores marginalizados de diferentes municipios donde se está implementando el programa “Redes Locales Para Una Vida Sin Violencia”. La encuesta fue aplicada en el mes de octubre de 2018.
La investigación es patrocinada por Philip Morris Dominicana y contó con la participación del Centro de Estudios de Género de INTEC, junto a la Dirección de Género del Ministerio de Educación (MINERD).
El estudio fue presentado en el marco de la campaña “16 días de activismo contra la violencia hacia las mujeres”.
Lourdes Contreras del Centro de Estudios de Género del INTEC, explicó que “según datos arrojados por el estudio, la calle es el espacio donde ocurre más violencia, seguido de la escuela, y en tercer lugar los hogares, aunque los estudiantes no identifican quienes son las personas que protagonizan las principales formas de violencia”. También dijo que los entrevistados no establecieron al personal de los centros educativos como referencia principal cuando necesitan protección o cuando se sienten violentados.
De su lado, Rebeca Ramón, encargada de Comunicación y Contribuciones de Philip Morris Dominicana, expresó que “a partir de los resultados del estudio se podrá contribuir en el diseño de soluciones efectivas para erradicar la violencia desde las primera etapas de formación de los ciudadanos. Para Philip Morris este es un compromiso y por eso hemos venido trabajando con INTEC por casi 10 años en diversos programas sociales”.
El diagnostico de violencia en las escuelas se trató de un esfuerzo complementario a estudios más generales realizados en el país, para establecer un punto de partida en planes de mejora del contexto escolar, en ámbitos geográficos donde se desarrollan procesos de participación comunitaria en prevención de violencia, considerando la responsabilidad indelegable de la escuela de trabajar en la prevención, y en el cumplimiento del propósito educativo de habilitar para “aprender a convivir”.
Este tipo de iniciativas forman parte de la plataforma de Responsabilidad Social de Philip Morris Dominicana, que además de luchar contra la violencia de género, también incluye acciones para llevar formación y educación a la sociedad dominicana.
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