En un contexto tan cambiante, de tantos retos, pobreza y desigualdad, como el de América Latina, definir a una empresa responsable podría ser una tarea difícil. Antonio Vives destaca las cualidades de una unidad empresarial responsable, señalando que “la responsabilidad empresarial es una actitud, una manera de hacer negocios”.
Bajo el título Responsabilidad de la empresa ante la sociedad, capítulo 2 del libro RSE en América Latina, la Responsabilidad social de la empresa, Manual de Gestión, Vives destaca que una empresa responsable es aquella que vende los productos y servicios que son útiles y necesarios en la sociedad. “…esos bienes y servicios deben ser responsables”.
Entiende que la responsabilidad “se basa en pagar precios justos por los insumos, asegurar que su producción sea lo más responsable posible, en condiciones laborales saludables, con respeto por el medio ambiente, y, de ser posible, contribuyendo al desarrollo local con la creación de micro y pequeñas empresas y al desarrollo de las comunidades”.
Señala que una empresa responsable no se identifica porque paga los impuestos, sino porque paga todo lo que le corresponde “sin evasión, sin corrupción. La empresa tiene la responsabilidad de SER responsable”.
Como analizábamos al escribir “La mujer del Cesar no sólo debe ser honesta, sino además parecerlo”, el señor Vives insiste en que muchas empresas invierten mucho dinero en la gestión de su reputación, “más en parecerlo que en serlo”. Sin embargo destaca que “No solo hay que parecerlo, sino serlo.”
En el documento se señala cómo se puede identificar a una empresa responsable según el contexto socioeconómico en que se desempeñe, en cuanto al pago de impuestos o a la solución de los problemas sociales que enfrente la sociedad en que se desenvuelven:
“…lo que distingue a la empresa responsable de una empresa vulgar es precisamente que reconoce las deficiencias en el papel que cumple el Estado, en las regulaciones e instituciones y en las necesidades de la sociedad y sabe que le conviene ir más allá”.
Y es que “la línea que separa lo obligatorio de lo voluntario, el cumplimiento de las regulaciones del comportamiento responsable voluntario, es una línea variable que depende de la empresa y de las circunstancias en que opera”.
Insiste en que “hay empresas que no pueden o no quieren ser responsables y a cambio hacen filantropía o acción social para enmascarar otras deficiencias. Se hacen donaciones a colegios, pero las condiciones laborales dejan mucho que desear. Se patrocinan deportes en la comunidad, pero se contamina el medio ambiente. Se patrocina la orquesta juvenil pero los productos son deficientes”.
Es muy critico cuando dice no es cuestión de pecar y después ir de peregrinación en compensación. La filantropía y la acción social pueden ser muy valiosas para la sociedad, pero deben hacerse además de las responsabilidades fundamentales, no en substitución de.
“La filantropía y la acción social no son parte de la estrategia de mercadeo o de relaciones públicas, deben ser parte de una estrategia integral de responsabilidad”.
Participa y dinos lo que piensas.
Envía tus respuestas a empresasresponsablesrd@gmail.com
¿Son más o son menos las empresas responsables?
¿Hay empresas responsables en República Dominicana?
¿Es la filantropía y la acción social parte de la estrategia integral de Responsabilidad Social de tu empresa?
El libro completo puede ser descargado haciendo click en el nombre del mismo: RSE en América Latina, la Responsabilidad social de la empresa, Manual de Gestión
Comments