Por Tony Arias Gil
Empresas ResponsablesRD
Una de las apuestas más importantes en el mundo de hoy, es la que se hace para crear capacidades en las poblaciones más vulnerables, con el interés de que puedan revertir en parte la situación en que viven. La educación técnica, la capacitación tecnológica, el reaprender lo que “saben”, es un paso para impulsar pequeños emprendedores.
Estas reflexiones la hacemos a partir del conocimiento del proyecto Servicios de apoyo a la construcción de viviendas HABITAT-ADOCEM. Una unión entre una organización social, Hábitat para la Humanidad y un conjunto de empresas privadas, la Asociación Dominicana de Productores de Cemento.
Si Hábitat se encarga de construir viviendas para personas de escasos recursos, ADOCEM apoya con personal técnico, diseño y elaboración de material educativo y asesoría de técnicos para lograr que personas que viven en barrios humildes mejores sus capacidades para reparar o construir casas.
De esta manera, ADOCEM se propone “cooperar, dentro de nuestras capacidades, con el desarrollo social de nuestra nación y generar un valor agregado para todos”.
Una de las capacitaciones.
Inicialmente la entidad que agrupa a los cementeros firmó un convenio con Hábitat en el 2011, facilitando el acercamiento que haría “realidad un proyecto que estaría llevando a muchas familias de escasos recursos de nuestro país una herramienta que les facilitaría el desarrollo de sus capacidades de autoconstrucción para la reparación o mejora de sus viviendas”.
La iniciativa ha beneficiado a cerca de 90 familias. Así mismo ha capacitado unos 34 multiplicadores en Santo Domingo y San Juan de la Maguana para que repliquen en las comunidades los conocimientos adquiridos. Los multiplicadores pertenecen a entidades de micro-finanzas y universidades aliadas (INCE), los cuales están comprometidos con los procesos de autoconstrucción.
Sin educación no hay cambio
Conscientes de la importancia de la educación el proyecto contempló encargar a una profesional de la construcción con experiencia en esa temática en poblaciones vulnerables, para que diseñara los materiales que se emplearían para el proceso educativo, “procurando que el resultado final fuera un material entendible y de fácil aplicación para la población meta”.
Para que el material tuviera el impacto de cambio de comportamiento en la población objetivo, el mismo fue validado con un total de 18 familias, lo que permitió ajustar y mejorar la producción final, tanto en las ilustraciones como con en el contenido.
Posteriormente se reprodujeron 150 manuales de capacitación para multiplicadores, 32 mil ejemplares de cartillas técnicas distribuidas en 16 temas que son fundamentales para construir. Estas cartillas son entregadas a las familias que participan en los talleres de capacitación en Asistencia Técnica en Construcción.
Parte del material educativo utilizado
Entre los temas que se abordan en las cartillas técnicas se encuentran: la dosificación -cómo mezclar proporcionalmente los materiales de acuerdo a la resistencia necesaria del hormigón para el elemento a construir-; Seguridad, -medidas de prevención durante cualquier tipo de obra o proceso constructivo. Además, instalaciones eléctricas y sanitarias, construcción de pisos, techos de hormigón, techos de zinc, paredes de block, paredes de madera, terminación con pintura, pañete, entre otros.
El equipo de multiplicadores está conformado por estudiantes universitarios de término de la Universidad INCE e instituciones con las cuales Hábitat para la Humanidad se encuentra en proceso de concretizar alianzas para otorgar servicios de Asistencia Técnica Constructiva a familias de escasos recursos. La meta es seguir integrando otros estudiantes de las carreras de ingeniería civil, arquitectura etc. de otras universidades del país.
Las capacitaciones para autoconstrucción a familias se realizaron en la comunidad de Haina. Las familias recibieron como parte de otros proyectos materiales de construcción para realizar sus reparaciones y de parte de un técnico de ADOCEM la capacitación práctica en el manejo de los materiales para ejecutar el proceso constructivo.
Las familias sintieron que el taller fue de provecho para la ejecución de sus reparaciones pudiendo conocer el proceso adecuado de construcción de los trabajos que estarían realizando.
Metas alcanzadas:
Diseñado el material de apoyo para brindar asistencia técnica constructiva e impreso 150 manuales para multiplicadores y 32,000 ejemplares
Desarrollado un (1) módulo educativo de asistenta técnica en construcción.
Capacitados e incrementado el conocimiento de 27 familias de bajos ingresos y 23 multiplicadores en temas constructivos a través de capacitaciones y material de apoyo