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Colaborador Comprometido: causa social respaldada

Actualizado: 18 ene 2020

Involucrar a los colaboradores en la causa de responsabilidad social corporativa deja resultados tangibles y medibles al modelo de gestión empresarial. 


Rosario Medina Gómez Comunicación Estratégica y corporativa Rosariomedinagomez@gmail.com Twitter: @RosarioMedinaG LinkedIn : Rosario Medina Gómez

“En mi opinión las empresas exitosas del futuro serán aquellas que decidan alinear los valores de la empresa con los valores personales de sus empleados. Los mejores talentos quieren hacer un trabajo que contribuya a la sociedad, con una empresa cuyos valores compartan, donde sus acciones cuenten y sus opiniones importen”- Jeroen van der Veer, Shell. Frases de RSE

Para articular un involucramiento de los colaboradores, y que esto tenga repercusión en indicadores de gestión de la responsabilidad social, debe  ocurrir como resultado de las estrategias de comunicación interna, que se encarga de involucrarlos y motivar su integración.

Las empresas más comprometidas, esas que inspiran a querer formar parte de su staff no son aquellas que más visibilidad y relaciones públicas les hacen a su causa social o de responsabilidad social; son las que auténticamente ponen en ejecución su nivel de compromiso, y además,  lo comunican efectivamente. Y uno de los medios más impactantes, que genera mayor reputación a la causa es el colaborador involucrado, identificado con la misma.

En la actualidad, por los niveles de exigencias respecto al compromiso empresarial que rigen internacionalmente y la presión que genera la competencia, aunado a la necesidad de trabajar la proyección de la imagen empresarial, no es rentable ser “claridad en la calle y oscuridad en la casa”, o sea,  orquestar y promover una causa social en la que solo participen los públicos o stakeholders externos. De  no comenzar por la casa, o sea la empresa, la acción social no ganará la total credibilidad.

Un grave error que cometen muchas empresas, todavía, es no involucrar en su causa social a su brazo más fuerte: los empleados. Alguien se acerca a sus colaboradores y les pregunta por las actividades que ejecutan e cualquier renglón, medio ambiente, educación etc. y muchos no saben contestar.

Involucrar a los empleados a través de un programa estratégico trae resultados evidentes y medibles en el relacionamiento con ese público meta; además con la acción se alinea a los ejes de comunicación interna relativos a integración, motivación y fidelización de los mismos.

Para lograrlo es importante la articulación estratégica, que ella responda a una planificación alineada a los objetivos del negocio vinculados a  motivación, capital reputacional, posicionamiento y creación de una imagen positiva.


Es imprescindible que se involucre a los empleados desde la creación de la causa, asimismo, en la elaboración de políticas claras para transparentar su involucramiento y en la creación  de los procesos a través de los cuáles se llevaría a cabo el respaldo de los socios o colaboradores.

El impacto del involucramiento de los empleados, además  de elevarles el autoestima, desarrollar otras habilidades, competencias técnicas y de proporcionarles satisfacción y bienestar, lo que muchos expertos llaman en la postmodernidad, felicidad laboral, tiene una implicación estratégica de desarrollo económico, local y regional.

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Es de tan relevante importancia, que según recoge en un reportaje de 2014 el periódico vespertino El Nacional, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD),  señala que “se hace necesario la promoción e inclusión de los sectores productivos privados de la nación en la formulación y ejecución de iniciativas de lucha contra la pobreza, por medio de la generación de incentivos a empleados que participen como voluntarios corporativos para impulsar el desarrollo estratégico y la erradicación de la pobreza”.

Al volver a los resultados o al retorno sobre la inversión (ROI) de involucrar a los empleados a través de la comunicación interna en la acción de responsabilidad social empresarial, se debe citar que además sirve como tangible de credibilidad para mostrar la real filosofía institucional, que ayudará de cara a una situación difícil o crisis de imagen. Cuando está involucrado, el empleado es el primero en sacar la cara por la empresa, testificando con el “boca a boca” y con la lealtad tanto en su desempeño y defensa pública, como en el respaldo a dicha empresa de parte de sus familiares y allegados.

A continuación, se pone a disposición varios referentes, locales y extranjeros, de programas y acciones donde se involucra a los empleados como parte de la estrategia de responsabilidad social empresarial integral:


En la República Dominicana cada vez se ven más iniciativas en este sentido, las publicaciones en los medios de comunicación reseñando el lanzamiento de un programa o voluntariado evidencia la recurrencia empresarial en la práctica.

Sin embargo, todavía falta que se sumen más a ese compromiso que no es un gasto, ni una pérdida de tiempo. No es ser (bueno o nice) es ser socialmente responsable contando con el Compromiso de un colaborador fidelizado.

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