Por Fernando Legrand – Coordinador Regional de CapacitaRSE,
1er Centro de Capacitación Online Ejecutiva en RSE y Sostenibilidad de América Latina. Twitter: @CapacitaRSE // http://cursosderse.com/
Vivimos tiempos únicos en este presente de la Humanidad. La ciencia confirma cada día cosas que hasta hace poco dábamos por supuestas por medio de nuestros diversos sistemas de creencias.
La bicicleta empieza a consolidarse como un medio de transporte más en las principales ciudades de América.
Miramos con la misma pasión el Mundial de Fútbol Femenino que se desarrolla en Francia.
Y vemos como nunca crecer los Emprendimientos de todo tipo, aunque tienen más prensa e impacto los de base tecnológica por la escalabilidad que pueden proporcionar.
Así es como estamos ingresando en la Era de la Transformación Sostenible, que es Digital, por supuesto, pero es fundamentalmente Sostenible.
¿Por qué? Porque es más equitativa e igualitaria; porque busca que su impacto sea equilibrado entre lo económico, lo social y lo ambiental; porque es disruptiva respecto de lo establecido y de las soluciones convencionales; y porque está basada en un análisis de contexto de sostenibilidad que nos interpela a todos, que tiene su mejor enfoque en los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Es habitual que en la prensa, blogs especializados y redes sociales leamos en este tiempo artículos que “meten miedo” sobre el impacto de la digitalización y la automatización industrial.
Según un informe de Autonomus Research, el sector financiero perderá en los próximos años 1,2 millones de puestos de trabajo debido a la Inteligencia Artificial. Actualmente, ya existen mecanismos de inversión automatizada, basados en algoritmos que te sugieren las mejores oportunidades de rendimiento para tus ahorros.
Es cierto también, que en un futuro sin dinero en papel y reemplazando definitivamente la billetera por el móvil, habrá muchas operaciones que hoy se hacen en un banco que ya no serán necesarias. Pero la Banca Electrónica existe hace por lo menos 20 años en nuestro Continente, y eso no influyó en el negocio bancario, sino todo lo contrario.
Sólo tomando este ejemplo, vemos que la Transformación Sostenible y Digital es más disruptiva que apocalíptica. ¿Qué pasará con ese millón doscientos mil empleados? Probablemente, muchos de ellos estén en edad de jubilarse; otros pasarán al sector fintech que requiere del know-how del sector bancaria; otros tantos aprovecharán la oportunidad para emprender; y un grupo más reducido será el que finalmente le costará más adaptarse, por carencia de habilidades esenciales para transitar tiempos de incertidumbre.
Por ello, la clave para dejar de ser espectadores y pasar a ser protagonistas de esta Revolución Industrial 4.0 pasa fundamentalmente por la educación continua. Ya no vale más aquello de estudiar una carrera y trabajar de ello por 30/40 años. Ahora hay que especializarse en distintos temas, y se estima que en una vida laboral un profesional se reinventa al menos 4 veces.
Lo bueno de ello, es que cada una de esas reinvenciones profesionales, vienen con el aprendizaje de la etapa anterior. Y las nuevas profesiones e industrias que se van creando, también siguen el mismo esquema. Por eso mismo es que no hay que ver a la Transformación Digital como el Apocalipsis, sino como la oportunidad para reinventarnos y aportar nuestra mirada basados en los años de aprendizaje en sectores nuevos que nos motiven a dejar un mejor impacto en el mundo.
Porque como señalaba anteriormente: como esta Transformación es esencialmente Sostenible, las personas ya no van a trabajar a una empresa por el mero hecho de realizar una labor; ahora eligen dónde trabajar para dejar una huella. Y así vemos, que la clave de esta Era de la Transformación está principalmente en las personas, no aún en las máquinas como pareciera.
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